martes, 29 de noviembre de 2011

Panellets

Dicen que más vale tarde que nunca. Cosas que le pasan a uno en la vida, hacen que dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, y así sucesivamente hasta que no lo haces nunca. Pues hoy, casi un mes después del día 1 de noviembre, fecha en la que en Cataluña, Baleares y Valencia se comen panellets con la excusa de celebrar que es el santo de todos los santos habidos y por haber, os propongo la receta de panellets que hacemos en casa desde hace tiempo.


La base del panellet es la almendra molida, aunque algunas recetas añaden boniato o patata para "alargar" un poco la masa. Personalmente, prefiero no utilizar estos añadidos para que salgan mas cantidad de panellets, ya que dejan de tener el sabor intenso a rica almendra.

¿Y que le ponemos al panellet?. Vía libre. Lo que quieras. Yo en eso soy algo tradicional. Los prefiero de piñones, almendra en grano, membrillo,... cualquier cosa que no se le añada directamente al mazapán como café, coco,..., ya que como he dicho antes me encanta el sabor intenso a almendra. Pero ya sabes, para gustos los colores.


Escribiendo sobre los panellets pienso, que es curioso como cosas tan buenas como estas, solo las hagamos una vez al año porque es la fiesta tal o porque es la fiesta cual. Que cosas.

Para la masa
- 1 Kg. de almendras peladas y molidas
- 1 Kg. de azúcar desecho con unos 150 ml. de agua en el fuego
- 3 huevos enteros mas 3 yemas

Para acompañar
- Membrillo
- Piñones
- Cerezas
....


Preparar un almíbar con el azúcar y el agua. Retirar del fuego cuando el azúcar ya este desecho.
Mezclar las almendras molidas con el azúcar e ir añadiendo los huevos batidos poco a poco.
Dejar reposar la masa todo un día entero antes de pasar a hacer los panellets.
Para preparar los de piñones, es de gran ayuda pasar los panellets por clara de huevo batida; esto nos ayudara a que los piñones se peguen bien en las bolitas.
Imaginación e ir haciendo mas y mas panellets hasta acabar con la masa.
Hornear entre 10 y 15 minutos a unos 200 ºC hasta que estén tostaditos.
Degustar con conocimiento, ya que consumido en exceso puede producir dependencia.

 

 



 


 

jueves, 24 de noviembre de 2011

Galletas de Cebada

Hoy, intentando hacer rarezas (comestibles, eso si) se me ha ocurrido probar una variante de las Oatcakes. Las Oatcakes son galletas o tortas de avena, muy consumidas en Escocia. De hecho es considerado el pan de Escocia. Esto se debe en parte, a que la avena es de los pocos o el único cereal que se pude cultivar en esas latitudes. Son unas galletas secas y finas que sirven de base para cualquier acompañamiento, ya sea queso, mermelada o lo que se os pase por la cabeza.

Aquí os propongo una variante hecha con copos de cebada, harina de centeno, miel de romero, pimienta, sal y agua. La principal diferencia es la ausencia del ingrediente básico de las Oatcakes (tiene gracia la cosa, pero es así). Hago el cambiazo de los copos y de la harina de avena por copos de cebada y harina de centeno. Lo de la miel se me ha ocurrido que podría quedar bien, y lo de la pimienta lo he leído por la red. Vamos, que si se cogen unas pocas ideas de aquí, otras de allí y le ponemos un poco de nuestra creatividad ... ualaaa!!!, recetas nuevas cada día. Salud !!!



jueves, 17 de noviembre de 2011

Pan con vino tinto y masa madre de ocho cereales ... ¡¡ viva la imaginación !!

Esta es la gracia del arte de cocinar; hacer lo que a uno se le pase por la cabeza. Algunas veces me apetece no pensar demasiado y seguir la receta de siempre, pero en estos momentos creo mas en la rebelión. Sé que no invento nada, porque hay más "panarras" que les va la experimentación, pero la clave esta en no buscar siempre en el "sábelo todo" Google la receta que se te pasa por la cabeza. Si lo tienes en la mente, hazlo, sin dudar si puede salir bien o mal. En este caso salió bien.


No os preocupéis por el hecho de que este pan tenga vino en la receta. Muchas veces yo lo hago con cerveza, y también queda fantástico.


 

El alcohol que contenga el liquido que le pongamos, en este caso el del vino, se evaporará durante la cocción, pero los sabores intensos que contiene se van a quedar en el pan, aportándole unos matices peculiares y distintos a lo que estamos acostumbrados.