jueves, 15 de noviembre de 2012

El secreto ... el tiempo

El único secreto de este pan, que después de llevar no se cuantos años haciendo pan, me ha sorprendido tanto en forma, color, corteza, miga, sabor, aroma... ,es el paso del tiempo, claro está, junto a los buenos ingredientes y a las ganas de que salga bien. 



Desde que refresqué la masa madre natural con harina de centeno, hasta que el horno salió del horno, pasaron unas 40 horas. Tanto tiempo es debido a una segunda fermentación a unos 4 ºC de 28 horas, tiempo más que suficiente para que dentro de la estructura del grano del cereal, cambie absolutamente todo. Azucares para ir alimentando a la levadura salvaje, que sin ninguna prisa debido al frío de la nevera, se va alimentando de ellos. Ácidos de todos los matices, más intensos y más suaves, ninguno de ellos desagradables para el paladar, que las bacterias de nuestra masa madre han ido generando con paciencia. Y todo este rollo para decir que para hacer un pan, PAN, hay que tener paciencia. 


Lo mejor de todo, es que este pan lo he creado para probar un horno que voy a utilizar en mi primer taller de pan que haremos en la ciudad de Lleida, y ni mucho menos me esperaba que un viejo horno eléctrico se portara tan bien. Eso si, me he pasado un par de horas delante del cristal con el ojo en el termómetro y utilizando los artilugios de siempre; piedra de hornear y una buena bandeja metálica para generar un buen vapor.


Ingredientes
- 280 g de masa madre con harina de centeno ecológica de Roca Fariners 100 % de hidratación
- 300 g de harina de trigo ecológica de Roca Fariners
- 300 g de harina de espelta ecológica de Roca Fariners
- 340 g de agua
- 14 g de sal


No hay comentarios:

Publicar un comentario